Aquí viene una de esas entradas en las que lo que pretendemos es que conozcáis un poco más a la gente que estamos detrás de todo este tinglado y de como llegamos a levantarlo.
Uno de los culpables de que llevemos 10 años con las narices metidas entre papeles, cartones y resinas de poco contrastada toxicidad es el reportero belga de tupé imposible más famoso de la Historia.
Porque somos Tintinófilos y orgullosos.
Como a la mayoría de la gente de nuestra generación, lo que primero nos atrapó fueron los Mortadelos y los cómics de Forum y Zinco.
Más que nada porque era lo que había en nuestros kioscos de barrio , y no fue hasta que pisamos una librería con una intención distinta a la de comprar los libros del cole que descubrimos a Tintín.
La creación de Hergé solía llegar a nuestras vidas básicamente de dos maneras, ambas totalmente casuales.
Bueno, en realidad, solo de una pues en las dos ocasiones se trataba de un regalo.
Podíamos caer enfermos y algún familiar podía apiadarse de nosotros y regalarnos una libro de Las Aventuras de Tintín sin saber muy bien si nos gustaría o no, o podía celebrarse algo (cumpleaños o comunión mayormente) y no faltaba ese mismo familiar que quizá no tuvo oportunidad de regalarnos el volumen en nuestro lecho de dolor, y era entonces cuando aprovechaba la ocasión.
Muy rara vez éramos nosotros los que nos interesábamos por el personaje.
Y es que hay algo en Tintín que polariza. O lo adoras o no puedes con él. Dicho, esto, quién no ha querido alguna vez decorar su casa con el icónico cohete que Hergé diseñó para llevar a Tintín a la luna? Desde luego la resina del cohete lunar de Tintín está en cualquier top de ventas, y podrás encontrarlo en nuestra tienda online.
Nosotros acabamos militando en el primer bando, pero entendemos a los que no son capaces de acercarse a su obra.
Unos personajes que suelen asociarse muy comúnmente en el inconsciente colectivo al humano de Milú , son Astérix y Obélix , pero esta pareja suele caer más simpática.
Aquí solemos achacarlo a la forma de narrar de Hergé, bastante más abigarrada que la de Uderzo y Goscinny, y que provoca un cierto rechazo al dar la impresión de ser demasiado densa al primer vistazo.
Y vale, puede que lo sea, pero una vez que entras, ya no puedes salir y eso lo sabéis todos los tintinófilos que nos leéis.
El que esto escribe empezó por Los Cigarros Del Faraón , y fue tan profundo el impacto que causó en mi, que a día de hoy aparte de coleccionar todo lo que aparece en nuestro país en torno a Tintín, procuro hacerme con ediciones de ese cómic en todos los idiomas posibles.
Si un amigo viaja a un país que no he podido visitar, lo único que le encargo es una copia de Los Cigarros Del Faraón en el idioma local.
Por supuesto, he perdido la cuenta de las veces que he leído todas sus aventuras y aunque creo que la obra del personaje está bien como está a veces echo de menos que otros autores nos trajesen venturas nuevas, pero supongo que ya nada sería lo mismo.
Esta es una discusión muy habitual en nuestros círculos y que nos tememos que jamás va a conducirnos a un consenso, pero es una de las muchísimas partes que nos hacen disfrutar del personaje.
Desde aquí, tanto si eres fan como si simplemente te pica la curiosidad, te invitamos a pasarte por la sección de nuestra web dedicada al personaje en donde estamos siempre al tanto de las últimas novedades en torno a su figura, procurando acercaros incluso ediciones en otros idiomas que pueden ser del interés de los que, como nosotros , disfrutamos oyendo maldecir al Capitán Haddock o quedándonos pasmados ante el ingenio del Profesor Tornasol.
Muchas gracias y como siempre ¡Por Eternia!